Sábado 3 de Julio
Caminando en Janki Chatti, algunas personas pasaban por mi lado murmurando algo como sister y no tenía idea que era hasta que un señor por fin me hizo la conversa y me pregunta:
- Hermana, y tu de que parte de Nepal eres?
- Yo le respondí, de Nepal, pero desde hace mucho tiempo atrás.
Esa fue la pregunta del día y la mirada del día fue un reconocimiento de mis facciones mezclada de una confusión al verme entre la masa de gringos y con todos los menjurjes del oeste que traía encima. Dio igual, encontré una afinidad con la gente que tiene sus raíces en Nepal. Son muy amigables, chistosos como los tíos de los Andes y según la gente de aquí muy buenos comerciantes. Alguien me dijo que a un Nepalí nunca se le ofrece comida, porque seguramente van a rechazarla; a ellos se les ofrece los granos. De ahí nace su autonomía pero también nace un resentimiento que los Hindúes les tienen a los Nepalí.
Pero esa referencia no creo que es exclusiva de los descendientes de los Nepalí. En estas tierras he visto que mientras la gente está más lejos de la gran ciudad, es más dueña de su vida. Humildemente, pero lo es. Espero no romantizar mi pensamiento pero la gente que tiene tierra, tiene posibilidades de comer, si tienen suerte estan cerca a un río y por aqui todavia son dueños de sus semillas. Lo que he visto de los campesinos que viven cerca a los Himalayas me hace creer que que mientras hay tierra, hay seguridad básica para poder aspirar al mañana.
De las casi tres semanas que he estado en India, nunca encontré a gente más amable y abierta como la gente de este y del otro lado de la orilla del río Yamuna. Me parece que el ambiente de pasada de los peregrinos en camino de medio monte, al borde de los glaciares es el comienzo del alma gitana… creo que eso se ve en las fotos.